divendres, 10 de febrer del 2012



"Yo la amaba.

¡Dios mío! ¡Cómo me doy cuenta de toda la tristeza y sarcasmo que se encierran en estas tres palabras! Puedo lanzar un suspiro sobre mi lúgubre confesión como la más emotiva mujer que lea estas líneas y que me compadezca. Puedo reírme con la misma acritud con que el más duro de los hombres la alejaría de sí con desprecio. ¡La amaba! Sentid conmigo o despreciadme, lo confieso con la misma resolución inconmovible del que posee una verdad." Pàgina 47.



"Estas palabras, y la duda que acababa de manifestar acerca del estado de las facultades mentales de la persona que escribió la carta, me sugirieron una idea, realmente horripilante, que no me atrevía a expresar ni continuar pensando en ella. Hasta empecé a dudar del equilibrio de mis propias facultades y tuve miedo de que estuvieran en peligro de flaquearme. Aquello parecía una monomanía, relacionar cualquier suceso extraño, cualquier palabra sorprendente, con la misma fuente oculta y con la misma influencia siniestra. Esta vez decidí, por proteger mi valor y mi razón, no admitir como cierta ninguna idea que no estuviese probada por hechos concretos y rechazar terminantemente todo aquello que me llevara al terreno de las suposiciones." Pàgina 58.


"Me dirigió una mirada rápida, y por vez primera desde que la había conocido tomó la iniciativa de apoyarse en mi brazo. De ninguna otra forma  hubiese demostrado con mayor delicadeza hasta qué punto comprendía la forma en que se me había concedido este permiso, y me demostraba su simpatúia, no desde una posición superior, sino como una amiga. No me había hecho efecto la insolente carta del hombre, pero me llegó al alma la dulce comprensión de la mujer." Pàgina 78.


"Se adelantó a saludarme con la naturalidad de otros tiempos, y me alargó su mano con la inocencia y franca alegría de días más felicies. Pero sus dedos fríos que temblaron sobre les míos, sus mejillas pálidas encendidas con una mancha febril y la sonrisa apagada que sus labios trataban de esobzar y que se desvanceció bajo mi mirada, me dijeron a costa de qué sacrificios había logrado mantener su compostura. Si mi corazón hubiera podido amarla más aún, lo hubiese hecho en aquel instante como nunca." Pàgina 84.


"Tenía una naturaleza apasionada, vehemente y sensible, mujeres como ella se encuentran una entre diez mil en estos tiempos triviales y superficiales. La conocía desde su niñez, la había visto afrontar, mientras crecía, más de una penosa crisis familiar, y mi larga experiencia me hizo dar importancia a sus vacilaciones en las circunstancias que acabo de describir como no se las hubiera dado a las de ninguna otra mujer en caso semejante. No veía causa alguna para que dudase o se preocupase y, sin embargo, consiguió transmitirme sus dudas y preocupaciones." Pàgina 95.

6 comentaris:

Carme Rosanas ha dit...

La vaig llegir fa temps i m'adono que no me'n recordo gaire... Ai! la memòria!

Sé que em va agradar força.

Pilar ha dit...

On és aquest quadre tan magnífic que intentes ensenyar-nos a mirar?

Illa incognita ha dit...

Caram, m'han entrat ganes de llegir-la...

Gerònima ha dit...

Carme, sempre el pots tornar a llegir! :)

Pilar, quadre? :P

Xicarandana, crec que t'agradaria!

bajoqueta ha dit...

Quan l'acabes ja m'avisaràs que posaré el comentari al blog, i ja passaràs a comentar a l'apartat de "comentaris secrets" :)


365 contes
Terra de llibres

Gerònima ha dit...

Bajoqueta, em falta poquet poquet, quan tingui una estoneta, m'hi fico, esprinto i l'acabo!
:)